Mostrando entradas con la etiqueta Mis Notas Ruteras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mis Notas Ruteras. Mostrar todas las entradas

domingo, 27 de octubre de 2013

A mi Moto

Rugido impenetrable ahuecado por el viento, amortiguación entumecida en las nalgas, sentimiento de libertad en las venas.
¿Rutas deseables...? Todas.
Dar vueltas al mundo sin lamentos.
Plenitud total sin tormentos.
Transformarla a tu gusto, es deseo.
Y amarla sin tapujos, yo lo entiendo.
Es Eolo, Dios del viento, cortando el aire a tu paso.
ALMA DE ANIMAL SALVAJE, CON CORAZÓN DE ACERO Y PIEL DE CUERO.
Reluce al sol como el hielo salpicado de riesgo.
AventuraS de pasión, carreteras de alquitrán, hierba, tierra, 
por donde quieras que vas es un reto.
Y no lo puedes evitar: Ella te lleva y tu vas.

Leido por ahí alguna vez. No soy el autor pero recuerdo que tremenda sensibilidad 
era atribuida a una mujer motociclista que mandó una carta a una revista con el poema.

VIKINGO
La Muerte está tan segura de vencer,
Que nos da toda una vida de ventaja.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Mis 40 Pirulos


En esta ruta que andamos y llamamos vida, llena de curvas, subidas y bajadas…
He tenido oportunidad de transitarla dichosamente.
Todos suponemos que los 40 es un momento de crisis o de sopesar y balancear que ha hecho uno en esta ruta y en tantos kilómetros.
En mi caso fue y sigue siendo un constante aprendizaje que debo agradecer principalmente a esos compañeros de ruta.
Algunos de toda la vida y otros hace apenas unos kilómetros, pero todos dejan en mi ser, plasmada una indeleble marca de una manera u otra.
Nadie nace esposo.
Nadie nace padre.
Nadie nace amigo.
Me tomó 40 años recorrer intrincados caminos con viento, lluvia, granizo, sol, luna, frío, calor … para llegar a ser : Un poquito del esposo que debería… Un poquito del padre que debería… Y un poquito del amigo que debería…
Sigo aprendiendo y cada día estoy y mas agradecido a esta VIDA/ RUTA que me eligió a mí y no al revés.
Cumplir cuarenta es empezar a tener que elegir más que antes. Donde uno tiene que mostrar quién es y dejarse de joder. Elegir a quién quiere y para qué. Elegir a qué va a dedicar sus talentos. Elegir qué cosas vas a intentar hacer y cuales vas a tolerar dejar en el camino.
Cumplir cuarenta es encontrarle la punta al ovillo, desenmarañar el caos, entender qué figura se estuvo armando en tantos frentes dispersos, dar un paso integrador fundamental, que aporta velocidad, ligereza, alivio, felicidad.
Si, es verdad que el tiempo deja su huella…
Los kilos se acumulan en la barriga…
Las arrugas en los ojos…
Cuesta mucho mas recuperarse si jugás a la pelota con tus hijos…
Las chicas guapas te tratan de usted…
Y todas esas facturas ineludibles que nos trae el tiempo.
Pero que quieren que les diga…
Hoy para mí, cumplir años es estar curtido como un animal salvaje que vivió lo suficiente como para demostrar que no fue un accidente de la naturaleza sino un logro.
Cumplir cuarenta gente querida, se siente de maravilla!!!
Gracias Familia.
Gracias Amigos.
                        VIKINGO

No te envidio


La luz de mi faro se refleja en el negro fondo del asfalto, las líneas apenas se ven y no se distingue bien donde termina la carretera y comienza el campo. Más de seis horas lloviendo y hace ya rato que cayó la noche. Con el casco abierto, las gafas empañadas y sin ningún tipo de impermeable, atravesar cada kilómetro se está convirtiendo en una auténtica obra de malabarismo. Los coches que vienen de frente me deslumbran, convirtiendo los cristales de las gafas en una enorme bola de luz blanca que no me deja ver tan siquiera mi jodida y enorme nariz. El viento sopla a rachas y cada empujón me hace cambiar de carril o ver demasiado cerca la cuneta. Los camiones se cruzan a una velocidad que se me antoja espantosa, lanzándome a la cara un buen puñado de agua y barro. El cuerpo está completamente empapado, y probablemente, ya me hayan crecido nenúfares en las bolas. Mis ruedas no están en perfectas condiciones y esto, es sólo una forma elegante de decir que si le quieres ver el dibujo, se lo tendrás que pintar con un rotulador. En estas condiciones cada curva me hace apretar el culo y soñar con que ya la he atravesado. Cada línea pintada en el asfalto con esa "pintura antideslizante" supone una corta pero acojonante derrapada que, afortunadamente, suele terminar cuando de nuevo piso el negro y gastado asfalto.
A la máquina, sin embargo, parece no afectarle nada y la muy cabrona responde mejor mientras más difícil se lo pones. Charcos, baches, agua, viento, se los pasa por en medio de sus enormes cilindros al tiempo que me ruge gritando, "habré más si quieres, por mí no hay problema". Qué "jodia puta" está hecha, luego cuando no hay ningún problema se para por cualquier pijada. Pero bueno, al fin y al cabo, si ella lo puede aguantar, yo también.
Diez mil gotas de agua en el depósito de la máquina y los temblorosos retrovisores reflejan una ráfaga de luz blanca. Un enorme carro viene a todo carajo por detrás y supongo que debo de molestarle. Pues nada compadre, pasa pronto y que te den por el culo. Poco a poco se pone a mi altura y un rápido vistazo al interior me muestra un mundo completamente distinto al que yo estoy viviendo. En el carro viaja un tipo sólo, aproximadamente de mi edad que, bien vestido y cómodamente sentado en la tapicería de cuero, se entretiene en cambiar de emisora mientras fuma un cigarrillo. Supongo que con el botón de la calefacción a tope y mientras me mira de reojo, debe de andar pensando "pobre desgraciado". Pasa rápido dejando una enorme estela de agua mezclada con barro y piedrecitas de la carretera que no se cortan un pelo a la hora de estrellarse contra, mi ya insensible, cara.
Ya casi no veo las luces traseras del coche, pero hay una idea que me sigue rondando la cabeza. "NO TE ENVIDIO, TIO", y la verdad es que ni siquiera sé porqué, pero la verdad es que no te envidio. Supongo que quizás me haya entrado agua por los oídos y eso esté afectando a mi capacidad de raciocinio. Porque lo cierto es que motivos no me faltan, al menos en este momento. Comparar mi incómoda situación con el confort que te rodea debería ser bastante para envidiar a alguien, pero sin embargo y siéndote sincero, me importas un puto pijo tú y tu lujoso carro. Es más, no conseguirías que me cambiase por tí, ni aunque me mataras. Supongo que nada de esto tiene ninguna lógica y que, una vez más, demuestra que todo este mundo quizás, en el fondo, no tenga sentido. Pero a pesar de todo, y mientras más lo pienso más convencido estoy, probablemente no sabría explicar bien porqué, o quizás sencillamente no exista explicación, pero me gusta estar aquí. Con el careto jodido, muerto de frío, completamente empapado y acojonado pensando si saldré de la próxima curva. Pero eso sí, rodando, cuando quiero, por donde me sale de los cojones y sabiendo que no hay agua, frío ni calor que me bajen de mi sueño negro, de mi bestia de metal. Sabiendo que mientras haya carretera pienso estar ahí para pisarla.

Esto fué escrito originalmente por Mateo  en la revista españoñola Biker Zone en su artículo La Esquina del viento.No puedo dejar de leer sus artículos y quería compartirlo. 

Escrito por Mateo en la columna La Esquina del Viento de la revista Biker Zone

VIKINGO

Algunas palabras que me representan


"Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? y si la respuesta era no durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo."
___________________________________________________________________________________________________________
Conserva lo que tienes..... olvida lo que te duele..... lucha por lo que quieres... valora lo que posees....perdona a los que te hieren y disfruta a los que te aman. Nos pasamos la vida esperando que pase algo... y lo único que pasa es la vida, no entendemos el valor de los momentos, hasta que se han convertido en recuerdos. Por eso, haz lo que quieras hacer, antes de que se convierta en lo que te "gustaría" haber hecho. No hagas de tu vida un borrador, tal vez no tengas tiempo de pasarlo en limpio.......y nunca es tarde para empezar!


VIKINGO

Querido Paquete


Supongo que te extrañará que te escriba una carta, sobre todo teniendo en cuenta lo cerca que solemos estar siempre y lo fácil que sería simplemente decirte lo que estoy pensando. Pero eso es algo que, al final, nunca hago y no quiero dejar pasar esta oportunidad de contarte unas cuantas cosas de las que, de vez en cuando, me dan vueltas por la cabeza.
Tu dices que siempre me estoy quejando pero debes reconocer que, algo de razón tengo. Me quejo cuando te quedas dormida a la vuelta de todos los viajes y me lo haces notar a base de cabezazos en mi casco, me quejo cuando te empeñas en meter, en las viejas alforjas, equipaje como si te fueses para siempre. Me quejo cuando me obligas a parar, porque te mueres de hambre o no soportas ni cinco minutos más sin entrar al servicio. Te monto la bronca cuando en plena tumbada te da por moverte, simplemente, por que te pica el culo. Reconoce que tengo motivos para quejarme cada vez que veo el horroroso asiento trasero que tengo que llevar para que tu lindo trasero no sufra en los viajes largos. Me quejo, protesto y siempre estoy refunfuñando y tú sabes que, algo de razón, sí que tengo.
Pero, no todo pueden ser quejas y aunque cada vez que haces algo mal te lo digo, me cuesta un "güevo" reconocer las cosas que haces bien. ¿Cuántas veces decimos con un poco de desprecio la frase: "Ha venido de paquete"? ¿Por qué no les damos el valor que realmente se merecen, a todos/as aquellos/as que normalmente viajan en la parte trasera de nuestras monturas? Creo que cualquiera que haya rulado sobre dos ruedas durante algún tiempo, sabe perfectamente que un buen paquete es en realidad un COPILOTO. ¿Acaso no tumban con nosotros?, ¿No trazan las curvas?, ¿No pasan frío en invierno y se mojan cuando llueve?, ¿Acaso no corren menos peligro si te tragas una curva? Pues, a pesar de todo esto, aún hay quien se atreve a decir que no son bikers de primera fila.
Tus pequeñas manos se agarran fuerte a mi cintura y sé que estás ahí. Todo va bien. Controlas la gasolina que nos queda, los kilómetros que llevamos, en que cruce deberíamos de girar y cuantas pelas llevamos gastadas en sopa. Conoces tan bien como yo el sonido de nuestra máquina, sus vibraciones, sus necesidades y sus reacciones. Sabes perfectamente cuando le estoy apretando más de la cuenta o cuando entramos en una curva un poco pasados.
¿Cuántas veces, en marcha, me has puesto bien el pañuelo para que no me entre frío en el cuello?, ¿cuántos kilómetros has pasado hablándome al oído por que sabes que me estoy durmiendo?, ¿cuántas horas en la cuneta a mi lado mientras hurgo en las entrañas de la máquina intentando encontrar la estúpida avería que nos ha parado?
Sé que la imagen de siempre es la del piloto solo con su máquina devorando kilómetros, pero yo tengo que reconocer que mi hierro ya no es sólo mío, sino nuestro. Todos esos kilómetros recorridos, esfuerzos económicos y horas de dedicación te han dado derecho a ser, en parte, dueña de mi sueño.
Se que hay miles de "paquetes" como tú, casi uno por cada motero. Algunos de ellos lo son por que no tienen más remedio que joderse hasta que consigan su propia máquina. Para ellos mis palabras de ánimo y aliento. Suele ser difícil conseguirla pero siempre vale la pena y, sobre todo, ten en cuenta que mientras más trabajo te ha costado conseguirla más la apreciarás. Pero hay otro número muy importante de paquetes que lo son por gusto. No aspiran a tener otra moto, ya tienen una, aunque sólo les correspondan los cuartos traseros. Y es a tí y a todos estos paquetes a los que hoy quiero mandar mis RAFAGAS. Gracias por estar ahí. Gracias por ser lo que sois y no dejéis que nadie os quite nunca vuestra categoría de COPILOTOS.

Escrito originalmente por Mateo en la revista Biker Zone, en su columna La Esquina del Viento.

VIKINGO

Soy Motociclista


Porque NO me interesa viajar aislado dentro de una caja de metal y vidrio.
Porque me gusta darle la cara al viento y a la lluvia, al frio y al calor, sentir el olor a la tierra mojada inundándome las narices, amigarme con los elementos antes que ningunearlos.
Porque me gusta desafiar la vida jugándole palmo a palmo y ganarme mi derecho a estar vivo en cada momento y en cada lugar. Sin esconderme vanamente de mi destino, sin tapujos inútiles y engañosos. Sin airbags que me sirvan de amuletos contra la muerte. La Muerte se transforma en un factor con el que puedo negociar, y deja de ser la fantasmagorica sombra persecutoria que me sigue para cobrarme el pellejo. Puedo dialogar con ella, pero si le huyo no podré más que escapar hasta que me atrape.
Porque si no fuese un rebelde nato sería un cobarde más como tantos.
Porque de joven fui "el Renegado" y de viejo sigo siéndolo, pero más sabio.
Por eso SOY MOTOCICLISTA.
Por eso voy en moto y me molesta que un vidrio me aisle del mundo.
SOY MOTOCICLISTA Y LE DOY LA CARA AL MUNDO HASTA EL FINAL.

VIKINGO

Resumen de los Cuatro Principios Toltecas


"No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento". 

"Toda la magia que posees está basada en tu palabra y lanzas hechizos todo el tiempo con tus opiniones. Puedes lanzar un hechizo a alguien con tu palabra o bien liberar a alguien de un hechizo."

"No necesitas acumular conocimiento para volverte sabio, cualquiera puede volverse sabio. Cuando te vuelves sabio, respetas tu cuerpo, respetas tu mente y respetas tu alma. Cuando te vuelves sabio, tu vida está controlada por tu corazón, no por tu cabeza." 

" Recuérdate que todo problema lleva consigo las semillas de la oportunidad de aprender, de amar, de aumentar la conciencia y de ser feliz sencillamente por el mero hecho de estar vivo." 

"Cada vez que intentamos ser lo que no somos, fracasamos. Es muy difícil fingir que somos lo que no somos. Vivir de esa manera es un verdadero y profundo infierno. Es un engaño, una situación en la que no es posible ganar. Sólo puedes ser TU, y ya está. Eres TU ahora mismo, y no tienes que hacer ningún esfuerzo par.a serlo." 

¿Son las cosas como las vemos, como las sentimos, o básicamente interpretamos lo que nos han enseñado a interpretar?
Para la milenaria cultura tolteca (México) la "realidad" que asumimos socialmente no es más que un sueño colectivo, el sueño del planeta. Desde el momento mismo de nacer, interpretamos la realidad mediante acuerdos, y así, acordamos con el mundo adulto lo que es una mesa y lo que es un vestido, pero también lo que "está bien" y lo que "está mal", e incluso quiénes somos o cuál es nuestro lugar en el mundo (en la familia, en clase, en el trabajo). A este proceso el filósofo mexicano de origen tolteca Miguel Ruiz lo denomina domesticación.
"La domesticación es tan poderosa que, en un determinado momento de nuestra vida ya no necesitamos que nadie nos domestique. No necesitamos que mamá o papá, la escuela o la iglesia nos domestiquen. Estamos tan bien entrenados que somos nuestro propio domador. Somos un animal autodomesticado".

La filosofía tolteca nos propone cuatro acuerdos básicos
1. Sé impecable con la palabra
Las palabras poseen una gran fuerza creadora, crean mundos, realidades y, sobre todo, emociones. Las palabras son mágicas: de la nada y sin materia alguna se puede transformar lo que sea. El que la utilicemos como magia blanca o como magia negra depende de cada cual.
Con las palabras podemos salvar a alguien, hacerle sentirse bien, transmitirle nuestro apoyo, nuestro amor, nuestra admiración, nuestra aceptación, pero también podemos matar su autoestima, sus esperanzas, condenarle al fracaso, aniquilarle. Incluso con nuestra propia persona: las palabras que verbalizamos o las que pensamos nos están creando cada día. Las expresiones de queja nos convierten en víctimas; las crítica, en jueces prepotentes; un lenguaje machista nos mantienen en un mundo androcéntrico, donde el hombre es la medida y el centro de todas las cosas, y las descalificaciones autovictimistas (pobre de mí, todo lo hago mal, qué mala suerte tengo) nos derrotan de antemano.
Si somos conscientes del poder de nuestras palabras, de su enorme valor, las utilizaremos con cuidado, sabiendo que cada una de ellas está creando algo. La propuesta de Miguel Ruiz es, por tanto:
"Utiliza las palabras apropiadamente. Empléalas para compartir el amor. Usa la magia blanca empezando por ti. SÉ IMPECABLE CON LA PALABRA".


2. No te tomes nada personalmente
Cada cual vive su propia película en la cual es protagonista. Cada cual afronta su propia odisea viviendo su vida y resolviendo sus conflictos y sus miserias personales. Cada cual quiere sobrevivir el sueño colectivo y ser feliz. Y cada cual lo hace lo mejor que puede dentro de sus circunstancias y sus limitaciones.
Las demás personas sólo somos figurantes en esa película que cada cual hace de su vida, o a lo sumo personajes secundarios. Si alguien me insulta por la calle (o yo lo percibo así) con casi toda seguridad no tiene nada o muy poco que ver conmigo; es simplemente su reacción a algo que está pasando fuera (un mal día con su pareja o en el trabajo, una discusión con su hija), o más probablemente dentro (preocupaciones, ansiedad, frustración, impaciencia, una gastritis o un dolor de cabeza).
La impaciencia o las exigencias de tu pareja, de la vecina del rellano o de la cajera del supermercado, las críticas de tu hijo o en el trabajo, nada de eso es personal. Cada cual está reaccionando a su propia película.
Hay mucha magia negra fuera, lo mismo que la hay dentro de ti misma, o de mí. En cualquiera, en algún momento de su vida, en algún momento del día. Todo el mundo somos "depredadores emocionales" alguna que otra vez.
"Tomarse las cosas personalmente te convierte en una presa fácil para esos depredadores, los magos negros... Te comes toda su basura emocional y la conviertes en tu propia basura. Pero si no te tomas las cosas personalmente serás inmune a todo veneno aunque te encuentres en medio del infierno", asegura Miguel Ruiz.
Comprender y asumir este acuerdo nos aporta una enorme libertad. "Cuando te acostumbres a no tomarte nada personalmente, no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan sobre ti las demás personas. Nunca eres responsable de los actos o palabras de las demás personas, sólo de las tuyas propias. Dirás "te amo" sin miedo a que te rechacen o te ridiculicen". Siempre puedes seguir a tu corazón.
Respecto a la opinión ajena, para bien o para mal, mejor no depender de ella. Ésa es otra película. NO TE TOMES LAS COSAS PERSONALMENTE.

3. No hagas suposiciones
Tendemos a hacer suposiciones y a sacar conclusiones sobre todo. El problema es que al hacerlo creemos que lo que suponemos es cierto y montamos una realidad sobre ello. Y no siempre es positiva o está guiada por la confianza o el amor, sino más frecuentemente por el miedo y nuestra propia inseguridad.
Deduzco que alguien se ha enfadado conmigo porque no respondió a mi saludo al cruzarnos y mi mente organiza toda una realidad sobre eso. Y se rompen puentes entre la otra persona y yo, difíciles de salvar. Lo mismo con nuestra pareja, con la vecina, con la escuela. Creamos realidades en base a comentarios o elementos sueltos (cuando no en base a chismes malintencionados).
"La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las cosas te queden claras... e incluso entonces, no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular", insiste Miguel Ruiz. En última instancia y si te dejas guiar por la buena voluntad, siempre te queda la confianza... y la aceptación.
Nunca nada que pasa fuera es personal. Pero en cualquier caso, NO SAQUES CONCLUSIONES PRECIPITADAMENTE.


4. Haz siempre lo mejor que puedas

El cuarto y último acuerdo permite que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados: haz siempre lo máximo y lo mejor que puedas. Siendo así, pase lo que pase aceptaremos las consecuencias de buen grado. Hacerlo lo mejor posible no significa que tú y yo tengamos que hacerlo de la misma manera, ni siquiera que mi respuesta en estos momentos sea la misma que en otro que me siento cansada, o no he dormido bien, o me siento llena de amor y confianza y tremendamente generosa. Se podría decir que en cada momento de nuestra vida somos diferentes, en unas circunstancias y con unas limitaciones concretas. A veces podemos responder a lo que interpretamos como una "provocación" con una sonrisa irónica o divertida, con sentido del humor, o con una carcajada retadora, o incluso a gritos. Pero siempre podemos intentar ser impecables con la palabra, no tomárnoslo personalmente y no sacar conclusiones precipitadas... dentro de nuestras limitaciones físicas, anímicas y en general, de cada momento. Si lo intentamos, de la mejor manera que podemos, ya es suficiente.

"Verdaderamente, para triunfar en el cumplimiento de estos acuerdos necesitamos utilizar todo el poder que tenemos. De modo que, si te caes, no te juzgues. No le des a tu juez interior la satisfacción de convertirte en una víctima. Simplemente, empieza otra vez desde el principio."
Con la práctica será cada vez más fácil hasta que, sorpresa, la identificación es prácticamente completa y los cuatro acuerdos forman parte de nuestra manera de ser. Simplemente somos así.
Sin duda nuestra vida será más sencilla y satisfactoria, para nosotr0s mismos y para las demás personas que nos rodean.


Si buscan en Internet se encuentra el libro en PDF para descargar la versión completa de Los Cuatro Acuerdos Toltecas de manera gratuita. 

VIKINGO

La Soledad


La soledad da sentido a la compañía, valora la palabra porque la forja en el silencio. Es un estado interior que debe ayudar a madurar, en vez de secar. Creo que nunca estamos solos, pues nuestra existencia implica la interrelación con todo lo creado. Solo puede parecer que estamos solos, pero toda la energía cósmica pulula alrededor queriéndose integrar a nuestro ser. Quien no aprende a vivir en compañía, no puede vivir en soledad, pues para la soledad se necesita mucha disciplina. La soledad no es una huida de la realidad. Trata de ser un medio para encontrarse uno mismo.
Esto nos debería llevar a actuar de tal forma que, si estamos solos, actuemos como si estuviéramos rodeados de gente, y si estamos acompañados, actuemos como si estuviéramos solos, frente a los posibles comentarios.
Si buscamos la soledad para huir de nosotros mismos, somos cobardes. No debemos desesperar si no hay huellas al lado de nuestro peregrinar. Puede ser una etapa de nuestra vida, o quizá sea tiempo de replantear nuestra forma de ser. Cuando ya nos hemos encontrado, no podemos estar solos…Aquí está lo importante de avanzar despacio, pero avanzar siempre. Nadie vendrá a buscarme, debo ser yo quien construya mi felicidad; yo mismo debo salir al encuentro del otro. Al alejarnos de la simplicidad, nos alejamos de nuestro propio centro.
Nadie dará nuestros abrazos, nuestros besos, nuestras caricias, nuestros saludos…
Cuando por la noche apoyo mi cabeza para poder dormir, inmediatamente se si fui o no yo mismo. Si puedo dormir en paz, significa que lo he conseguido; si algo no encaja en mi descanso, significa que todavía me falta crecer.
Qué bueno es admirarse constantemente de todo lo que nos hace falta crecer. Creo que allí nace la humildad. No es tan importante dónde nazca, sino que nazca.
                                                                                            Gabriel Jurjevic

Es bueno buscar a veces el silencio y la soledad. El silencio o la soledad del desierto vuelven locos o sabios, débiles o fuertes, iracundos o pacientes.
                                               Gabriel Jurjevic

VIKINGO

Me lo dijeron hace mucho tiempo, mucho tiempo

“TE SOBRARÁN LOS DEDOS DE UNA MANO PARA CONTAR A TUS VERDADEROS AMIGOS, Y TENDRAS SUERTE SI LO QUE NO TE SOBRA ES LA MANO ENTERA” Sabia frase, y aplicándola, por suerte, a la mayoría no nos sobra la mano entera, aunque cuatro o cinco dedos si. Relaciones de falsedad, de apariencias, de farra y cerveza, las que quieras, incluso te echo una mano si me interesa, o te hago algún favorcillo de vez en cuando, para quedar bien. A un verdadero amigo hay que cuidarlo, aquel que es capaz de renunciar a su comodidad o incluso a su interés particular por ti, merece la misma correspondencia, porque es uno de esos preciados dedos. Y para reconocerlos no hace falta haber sido doctorado en ciencias humanas. Ahora bien, para que te defrauden o para que tú les defraudes, vamos a ser sinceros (que no siempre el mal está en “los otros”), estamos todos a tiempo. Son muchos años sobre viejos motores de cuatro y dos tiempos, muchas vidas en una, muchas ilusiones puestas en amistades que crees mucho más allá de unas simples cervezas o unos fines de semana, muchas esperanzas, muchos lanes… y tantos rotos. Y, a pesar de todo, aún a perro viejo, te siguen sorprendiendo, rabiando y doliendo algunas reacciones. Nunca te haces de piedra. Es por eso que vale tanto quien nunca te defrauda. Es por eso que vale tanto que nunca defraudes (perdonando, por supuesto que ninguno somos perfectos), y por supuesto también, no cerrando nunca las puertas de las oportunidades. Hay algunos compañeros que siempre han rodado al lado tuyo, en persona o espíritu. Hay algunos compañeros con los que siempre has rodado al lado, en persona o espíritu. Sobran los dedos de una mano para contarlos, pero están ahí y valen lo que no se puede describir con palabras. También hay otra frase con la que puedo terminar: “ SI ERES AMIGO DE TODO EL MUNDO, NO ERES AMIGO DE NADIE”

Extraido de un artículo de la revista BIKER ZONE


VIKINGO

lunes, 11 de julio de 2011

Nora y La Montaña


NORA Y LA MONTAÑA

Después de esta experiencia me dije “Con esta me caso”

Corrían los 90 y la quien en ese entonces era mi novia y hoy mi hermosa esposa Nora, me dice ¿ porqué no nos vamos de aventura al sur?
Yo ya conocía la zona, y la verdad es que no estaba muy seguro si ella podría soportar la mochila al hombro y los avatares que trae el vivir la naturaleza a pleno.
De alguna manera y sin proponérmelo la había iniciado en mi mundo, llevándola a pequeños y cortos campamentos.
Para hacerla corta les cuento que primero pasamos unos días maravillosos en San Carlos de Bariloche a orillas del Lago Gutiérrez , cuando este era un paraíso con zona de acampada libre. Hoy es un sitio al que tienes que pagar si quierés pasar, como tantos otros de nuestro querido país.
A los pocos días le comento de la picada que asciende bordeando el arroyo rumbo al refugio Frey. ( ya había andado yo por ahí y sabía que no involucraba demasiada dificultad).
Se muestra entusiasmada y entre mates, torta fritas y risas armamos nuestras pequeñas mochilas con todo lo necesario.
En ese entonces no contaba con un gran equipo y cocinábamos a leña. Previendo que en el ascenso pasaríamos la línea de árboles donde solo encuentras rocas, tuve que hacer un atado de leña que administrábamos en un pequeño fuego.
Es un camino relativamente sin mucha dificultad si uno se lo toma con calma. He Ascendido y descendido en el mismo día, pero esta vez iba con una pata tierna.
Se notaba la inseguridad en los pasos de Nora y el resoplido de su poca actividad física. Así que tras detenernos muchas veces a descansar; en el tiempo que normalmente me llevaría subir, solo habíamos llegado a la mitad. Al refugio seminatural Piedritas. Es una gran roca que se usó como techo y se le armó una cabaña de troncos muy pequeña, donde un viajero al que le tome una tormenta por sorpresa puede guarecerse.
No  había ningún apuro. Estábamos para disfrutar y eso hacíamos. Armamos  la carpa y por la noche cayó agua nieve mientras sentados junto al fuego comíamos pochochos que hacíamos en una marmita de La Armada.
Al día siguiente continuamos el ascenso y veíamos bajar a Andinistas ensangrentados y raspados con una montaña de kilos en herrajes de escalada a sus espaldas. Lo que mas les envidiaba en ese entonces eran sus calentadores M.C.R. mientras yo seguía transportando mi atado de maderas.
Al llegar al Frey está el refugio de piedras junto al Lago Frey. A solo 1700 Mts.S.N.M . y por la mañana y la tarde suelen andar unos patos dando vueltas y por la noche los roedores visitan al acampante desprevenido que no sabe como guardar sus alimentos.
Descubrí carpas abandonadas cuyos dueños las dejan toda la semana y vuelven los fines de semana para no tener que transportarlas.
Luego de unos hermosos días de reposo queríamos mas aventura y se nos ocurrió averiguar si era posible hacer una picada que una El Frey con el San Martín, otro refugio al que todos accedían por un fácil camino desde Colonia Suiza. Nosotros no queríamos hacer eso, intentaríamos hacerlo montaña de por medio.
No tuve mejor idea que preguntarle a los que se suponen que saben y así fue que encaré al joven y nervudo refugiero del Frey. Este me cobró un peso un mapa que me dibujó a pulso con lápiz y papel y cuando yo le pregunté cuanto podría demorarnos el trayecto; advirtiéndole que iba con una mujer, este soltó una risotada y me espetó: “Porteño: si vos y tu chica no hacen el camino en 5 o 6 horas sos un verdadero boludo”
¿Está marcado el sendero? Le preunté
Mmmm.. Son marcas muy viejas y despintadas, pero si estás atento tenés que llegar.
Y así fue que con apenas unos mates y unas torta fritas en la panza salimos a las diez de la mañana encaminándonos para arriba, para arriba y para arriba. Ya no habíaárboles, solo piedra y hielo.
Llegamos a otro lago de deshielo , el Smoll que alimenta al Frey y este a su vez al Gutiérrez de donde partimos.
Mas arriba había que atravesar un manchón muy inclinado de hielo donde cualquier movimiento en falso haría dar nuestros huesos contra las piedras del lago Smoll que ya veíamos desde arriba.
Pasamos un sitio al que llaman La Cancha y nos detuvimos sin aliento en un hermoso mirador. Estábamos sobre las nubes mirando como desde un avión el Lago Nahuel Huapi. Sencillamente había valido la pena tanto esfuerzo. Mientras me relajaba pensaba en que un tobillo fracturado aún en verano podía hacer agarrar una hipotermia a cualquiera que se vea atrapado allí arriba a merced de los elementos.
Habíamos transitado siempre solos y al mirar atrás y abajo veíamos como diminutas moscas unos puntitos que seguían nuestros pasos.
El mapa no había sido de gran ayuda, si en cambio algunas marcas en la piedra que se hacían muy difíciles de descubrir.
No tardaron en llegar estos que antes mirábamos y se sacaron fotos, bromearon y comenzaron a descender hacia el Valle de Rucaco.
Los perdimos de vista porque llevaban mejor ritmo que nosotros.
A partir de aquí comenzó un verdadero calvario. Para descender a ese valle verde y hermoso( desde arriba parecía pasto de una cancha de golf, mas tarde sabría que era un hermoso bosque con cohíhues de mas de 30 metros de altura) transitamos por un pedrero inclinadísimo. La menor pisada hacía que las lajas se deslicen bajo nuestros pies con un gran peligro de caída al vacío. Yo había descubierto que si me movía rápido, las lajas no eran problema. El problema era que Nora estaba paralizada por el pánico y solo accedía a abanzar un pié, solo si yo consentía en  no soltarla de la mano y que su pié se apoye sobre el mío.(único lugar seguro)
Horas, horas y horas transcurrieron mientras apretaba mis dientes,  pues la mochila realmente me estaba aniquilando. Pero no era el lugar mas indicado para mostrar mis debilidades.
Se la veía muy extenuada a Nora, pero alrededor de las 5 de la tarde llegamos al bosque donde ya no sufrían nuestras rodillas con el descenso.
Cuando vi. un arroyo con agua, leña por doquier y un hermoso bosque yo le propuse a Nora acampar antes que caiga el sol y seguir mas descansados al día siguiente.
¡¡¡¡Hay mi Dios!!!!¿ Por qué no hice caso a mi instinto en ese momento? Y a mi cansancio.
Resulta que en el bosque tirados contra un árbol muy mal trechos nos encontramos con los chicos que nos habían pasado allá arriba.
Algunos de ellos presentaban ampollas en los pies que curé con la ayuda de mi botiquín.
Nacho y Gabriel, los mas fuertes y emprendedores arrastraron sin miramientos en esa aventura a Diego, el mas ampollado, a Ariel y a su novia Anabella. Esta última era profesora de Educación Física.
Una vez todos curados y repuestos, la miro a Nora  a quien la compañía la había animado sobremanera inyectándole un entusiasmo inusitado y le digo que acampemos ya que es tarde.
Los jóvenes y fuertes Nacho y Gabriel me insistían en que no debía faltar mucho.
¿Conocen el camino?¿Lo han transitado antes? Pregunté.
No, pero a juzgar de lo andado no ha de faltar tanto me dijeron.
No, Nora; descansemos…
¡
PERO VOS SIEMPRE EL MISMO HERMITAÑO!

Allí tomé una muy mala decisión.
Cansado, dolorido y de muy mal humor hice punta en la marcha dejando a una buena distancia a Nora y los otros cinco aventureros.
Arriba, arriba…una pierna, luego la otra, si, si debe ser pasando esa piedra me dije. Ya debo estar llegando.
Las sombras se agigantaban y un viento helado me sacaba todo mi calor. Hacía tiempo que trepaba y dejamos el seguro valle bien lejos.
Cuando traspaso la piedra una enorme desolación me llenó primero los ojos y luego mi interior.
Estaba en una meseta gris y pedregosa y sobre mi cabeza había otro filo de montaña que superar con mucho hielo y la única referencia que me aseguraba que hasta el momento no había errado era una cruz  que se veía diminuta hecha con dos enormes palos y un trapo en su punta que flameaba.
Era lo único que había dibujado el puñetero refugiero y había podido reconocer.
Mientras aguardaba al resto pensaba por qué no hice caso a mi interior y me quedé en el valle un día mas.
La trepada era casi vertical y si a Nora no la hubiésemos ayudado entre varios, jamás habría llegado a la cruz.
Miro el sol bajo, extinguiéndose y el reloj marca las veintiún horas. Todos apiñados en un frío filo de montaña alrededor de una desolada cruz sin la mas puta idea de hacia donde seguir.
Me adelanto tres mágicos pasos y miro hacia abajo en un valle un lago que a la vista se me presentaba tan pequeño como la uña de mi pulgar.
Agudizo la vista y ¡SORPRESA! Veo una pequeña columna de humo que mana entre el verde y el espejo del lago. Más no distingo nada mas, pero intuyo que puede ser el refugio.
Comunico mi hallazgo y rápidamente comienzamos a bajar otro pedrero de los difíciles. Nacho y Gabriel demostraron poca solidaridad para con sus amigos y se alejaron a toda marcha dejándome con Diego que a estas alturas nos dimos cuenta que a esa hora y sin sus anteojos era casi ciego, Ariel y Anabella que de pronto fue víctima de un ataque de nervios y se largó a llorar y a gritar diciendo que ya no podía mas.
La miré serio a Nora porque de reojo vi que lagrimeaba y le susurré que ni se le ocurra ser victima de esa histeria porque era capaz de dejarla allí mismo(era un dulce ¿no? Qué Hde P!!!) Se ve que sirvió la advertencia.
Anabella dejó su enorme mochila y su novio hizo lo mismo y los vimos alejarse con los últimos minutos de luz sin ningún equipo.
Nora ya no tenía fuerzas en sus piernas y Diego se perdió en la oscuridad.
Quedé solo con Nora que ya no caminaba y arrastraba su culo por todo el pedregal.
Mi amor… Hacé un último esfuerzo…levántate…
No puedo, no puedo.
Veía como se le desgarraban los pantalones y la mochila de arrastrarla.
Si solo pudiese llegar a un lugar plano donde armar la carpa…
Tras al menos una hora de avanzar como una babosa estábamos en zona inclinada pero al menos con arbustos a nuestro alrededor. De pronto en el medio de la nada, en el lugar mas inhóspito y rodeado de la mas completa oscuridad, retumba una voz de trueno.
Una luz cegadora de una linterna frontal me impide ver el rostro. Pero si veo dibujada una ENOOOOOORME silueta cuya voz truena y dice:
¡Buenas Noches!
Soy el refugiero del San Martín y siempre oteo el horizonte buscando a algún boludo que se pierde.
¿Podés levantarte? Le dice a Nora. Y esta, cual resorte  se pone de una pieza envidiando yo a aquel tipo que logró en un sant y amén lo que yo hacía horas no podía.
Dame tu mochila le dice el héroe  y dame tu mano.
La siguiente escena se me ocurría cómica. Veía a un enorme mastodonte extraño, de la mano de mi chica, llevándole su mochila y caminando entre las piedras como quien lo hace sobre una alfombra mientras yo atrás tropezaba y me arañaba con todo a mi paso.
Nos llevó a un claro donde aguardaban los otros cinco chicos a quienes les había ordenado que esperen.
Falta una media hora dijo y se me hizo eterna. Entre los árboles y vadeando un arroyo llegamos Al San Martín a las veintitrés horas.
TRECE HORAS DE MARCHA DE MONTAÑA y me acordaba de las palabras del refugiero del Frey.
¡Qué imbécil! Fue un gran riesgo innecesario.
En el refugio estaban de pura joda. Guitarra y mate corrían en su interior. Nuestro ánimo no se recuperaba. Cuando vi. la cara de nuestro salvador de voz de trueno, me alegré mucho de no haberlo visto cuando se presentó.
Era un monstruo como el ogro Shrek. Me enteraría mas tarde por él,  que vivía seis meses embarcado en alta mar y seis meses en el refugio. Tosco y bruto era una bestia al comer. Tomaba su sopa del plato sin cuchara y se limpiaba la jeta con el revés de su manga.
Inspiraba terror pero nos salvó.
Los días que sucedieron pude disfrutar de ese hermoso paisaje, la montaña reflejada en el lago durante el día y las estrellas como en un hoyo en  el piso por las noches.
Parecía una escena sacada de los libros de Tolkins.
Nora me preocupó mucho porque durmió catorce horas sin parar. Me acercaba de vez en vez para ver si respiraba. Había llegado a su límite y yo sentí músculos doloridos de los cuales ni enterado estaba de su existencia.
Mas tarde al ver mapas topográficos de lo que habíamos transitado, no lo podía creer.
Ni siquiera una peregrinación a Luján se le acerca lo mas mínimo en esfuerzo físico.

Quedó una amistad con Ariel y Anabella quienes se casaron y fueron a vvir a Rosario y tuvieron una hija mientras yo ya estaba seguro que esa morocha toda desalineada, quien mas tarde perdería las uñas por usar calzado inadecuado en esa travesía sería la madre de mis hijos.
Anduvimos por muchos sitios mas ese verano. Seguimos a dedo hasta Chubut, pero de esto nunca me olvidaré.
Pues mi mujer tiene hoy en día una fortaleza interior que me recuerda a esa muchacha que fue en la montaña.

Acá les dejo unas imágenes de los sitios que menciono. Pero son fotos de la red, puesto que mis fotos al ser antiguas están en papel y no tengo scaner para copiarlas. Pero los sitios son los mismos.
Aquí acampamos los prieros días junto al Lago Gutierrez en Villa Coihue 



Acampamos a orillas de este arroyo que desemboca en el lago
Caminando siempre río arriba por senderos así
Llegamos al refugio Piedritas 


Pasamos la noche en la carpa, no en el refugio y al otro día llegamos al Lago y refugio Frey

Ven esos picos? Esos y otros mas debíamos cruzar.
Días después salimos para arriba y pasamos por otro lago. El Schmoll que según el ángulo de esta foto. El que la sacó debió estar parado sobre un corredor de hielo y nieve igual que nosotros.

O sea que Nora y yo estábamos caminando sobre la mancha blanca que se ve entre los piés del autor de esta fotografía

Luego de pasar Por un lugar llamado La cancha llegamos al filo y debimos descender el pedrero hacia abajoen el Valle de Rukako

En este mismo sitio comenzamos el descenso al valle.

La vista era maravillosa, pero el peligro de las piedras sueltas era bravo. Esto es lo que cuento cuando hablo de una alfombra verde que terminó siendo enormes árboles.También se veía desde allí arriba el Lago Nahuel Huapi, pero no encontré una foto que se parezca a las mías.



Yo quería acampar aquí. En el fondo del valle, pero como ya les conté. Volvimos a trepar por otra ladera empinada



Pasamos una pared enorme de hielo y a las 21 horas estaba viendo desde arriba este lago igualito a
 como lo veo ahora
La historia del descenso nocturno ya la saben. Llegamos por fin al Refugio San Martín a las 23 Hs.


Junto al Lago Jacob
Ahí no No hubo fuerzas para armar la carpa y dormimos una noche en el refugio que está junto al lago de la foto de arriba.
Luego de unos Días de feliz descanso bajamos durante horas al camino de ripio que llevaba a Colonia Suiza. Las fotos no son ni una décima parte de la impronta que me quedó en la retina y el corazón.



VIKINGO
LA MUERTE ESTÁ TAN SEGURA DE VENCER,
QUE NOS DA TODA UNA VIDA DE VENTAJA.