domingo, 28 de julio de 2013

Arrastrando la pata y con un DOEM acompañándome.

No puedo estar lejos tanto tiempo del fuego, los amigos y el campo. En la mano casi imperceptible en contraste con la chapa tengo a un amigo.




Ahora si como se merece mostrar a este regalo que me recuerda a un amigo.

Mientras otro hacía el trabajo pesado.

Yo no me privaba de los placeres simples que brinda una hoguera.


Mientras la carne se asaba, había que estrenar un carcaj que me recuerda a otro amigo.


¿Está listo el cordero y la vaca?

Mientras, Wanda le mostraba a unas niñas como se hace un fuego pagoda para generar brasas rápidas o para hacer la estructura de una trampa.


El DOEM cumpliendo una misión importnte (Hacer feliz a su nuevo dueño)

Un poco de ayuda...(olvidé mi jarro vikingo)

Y hoy no hacía frío así que no encendimos la gran Salamandra

Los amigos acompañaron con el rugir de sus máquinas y dándole al diente también.


Y mientras hacía la digestión y los que podían corrían detrás de una pelota, yo miraba el nido de un hornero.



Para los que no sepan por vivir en otras latitudes, el hornero (Fumarius Rufus) es un ave típica de Sudamérica y es el Ave Nacional Argentina. Sus nidos confeccionados con barro y paja (Como el gaucho) orientan su entrada siempre para el mismo lado, de espaldas al Sur (Por lod gélidos vientos) y generalmente hacia el Este, a no ser que alguna rama se lo impida.
Son aves monógamas y al que le interese el tema de estos simpáticos insectívoros pueden recurrir a San Google.

Acá la hormiga colorada me quería convencer de que era buen lugar para armar un refugio.

Luego de pasar tantos días de encierro, hoy pude apoyar mis dos piés y caminar sin muletas torpemente porque el yeso todavía está allí.
La pasé genial!!!


VIKINGO
La Muerte está tan segura de vencer,
Que nos da toda una vida de ventaja.

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