En este espacio se habla de viajes, aventuras, motocicletas, supervivencia, vida en la naturaleza, forja de cuchillos, trabajos en acero y artesanías en cuero.
Hace tiempo que atesoro desde que en una salida de pesca me topé con él, pegado en el tronco de un árbol un gran hongo yesquero que me encargué de secar al sol. Lo guardé duarante algunos años esperando que mis destrezas en la consecusión del fuego se perfeccionasen. (Todavía sigo aprendiendo)
Se puede usar en el pistón de fuego (Fire Piston), con barra de ferrocerium, con lima y piedra dura y con lupa.
Enciende igual que el algodón carbonizado generando una sólida brasa que cuanto mas sopla el viento mas incndese y si se lo deja con poco oxígeno quema lento como los espirales espanta mosquitos. Aquí van unas fotos de mis ensayos de hoy.
Atención que es el clarito, no el anaranjado. Ese anaranjado estaba en el tronco y lo dejé.
Lo que está justo por encima de la lima aunque se le parece en la foto, es una piedra para golpear con el acero y soltar chispas sobre el hongo.
En el interior de mi desordenado galpón se aprecia mejor la brasa.
Y con esto ya podemos iniciar un fuego encerrando la brasa en un bonito nido de Yesca
como el de esta foto de otro día de prácticas en El Páramo
No me enorgullece decir que alguna vez le disparé a un ave. Que mi puntería siendo tan mala y el pájaro tan salvaje y sin miedo, dejó que le erre dos veces corriéndose este sobre una rama a los saltitos hasta que recién en el tercer disparo le di. Éramos dos giles que nos habíamos puesto en situación de supervivencia solo para demostrarnos a nosotros mismos lo bravos que éramos. De tan bravos y tanto hambre que pasamos, el pajarraco nos sirvió de carnada para pescar porque no éramos capaces de hallar ni una lombriz de lo pavos que nos habíamos vuelto comiéndonos el mundo. El pájaro no nos aportaba ni media caloría ya que la pechuga era chica y nosotros; dos muertos de hambre.
A continuación les presento una gomera. La de la historia aún la conservo, pero la tiene mi hijo.
La gomera no solo puede ser un arma eficiente para proveerse de alimentos. Puede llegar a ser muy entretenida de usar contra blancos no vivos mientras disfrutamos del aire libre. Es sorprendente como a medida que se utiliza se va generando un aprendizaje en su uso hasta el punto tal que uno se hermana con el elemento como si fuese una extensión nuestra.
Se pueden colgar móviles de las ramas de los árboles para intentar afinar nuestra puntería con objettos en movimiento.
No es un juguete y a pesar que la hemos utilizado desde niños, es necesaria suma responsabilidad en su manejo.
Esta estaba guardada en un cajón sin goma y sin parche de cuero. Me puse a trabajar en ello y una vez terminada con menos peligrosas municiones de bolitas de papel, instruí a mi hija menor de ocho años en su manejo. La sonrisa de ver su entusiasmo todavía me dura.
Se pliega y no ocupa nada
Ya hace un tiempo que comprendí que no necesito matar animales para aprender como cazarlos en caso de necesidad.
Hoy por fin di con la combinación perfecta de eslabón y pedernal para encender el algodón carbonizado. Este es el conjunto que permite iniciar un fuego con algo de paciencia y práctica usando la técnica de percusión.
Estas son las chispas hermosas que suelta
Me falta práctica para lograr la brasa, pero me voy acercando mucho al final de mi búsqueda del fuego.
Ni bien terminé de escribir esta última línea, mi señora me acerca una piedra de mayor tamaño que es mas fácil de agarrar y logré la hermosa brasa buscada en el algodón carbonizado. No hay registro fotográfico del suceso, pero si puedo mostrar la piedra.
Ya pasaron dos días desde mi primer logro con el pedernal y el eslabón. Les muestro como suavisé las formas de la lima para no lastimarme según el consejo de Marcelo (Teno) que es uno de los pioneros en volver a las cosas simples de la vida.
También se puede apreciar la bolsa de cuero donde guardo todos los elementos que están desparramados y que me llevo habitualmente encima para en los ratos libres hacer algo. La lata esta solo contiene el algodón carbonizado ya preparado. Nunca la quemé, pero podría utilizarse en caso de necesitarla practicándole un orificio para la salida del gas.
Acá el conjunto guardado:
Una lata que contenía un reloj y una azucarera inoxidable son mis dos fábricas de algodón carbonizado.
Nótese el orificio de la lata. El mismo lo tapo con una astilla de madera casisobre el final del proceso. En el caso de la azucarera, el orificio queda libre vuando retiro la perilla que oficia de asa.
La aguja que está sobre la primer lata es corta, robusta y de un buen ojo.Esa también va en el monedero de cuero para hacer cosas en los ratos libres. Es una aguja marinera que se suele utilizar en la costura de velas náuticas.
En enero del 2010 salí de aventuras con mi motocicleta La Chancha y recorrí casi 7000 Km de mi querida Argentina recorriendo nueve provincias y un país limítrofe(Chile) y atravesando alturas de 4000 metros sobre el nivel del mar. Por caminos que no eran caminos y por rutas que no eran rutas. Entre muchas, la mítica y hermosa Ruta 40 en su tramo de Mendoza a Chubut.
De entre mas de 700 fotos tuve que sacrificar muchas buenas imágenes para presentar esta selección.
Este es el mapa que con la trayectoria de lo que sería el viaje. Faltó señalar como último punto la provincia de Entre Ríos que si bien no estaba en los planes, fue donde culminé el viaje para reencontrarme con mi familia que allí vacacionaba.
En algún lugar entre Potrerillo y Uspallata
Cerro Tunduqueral
El Aconcagua
La Chancha despacito trepando hacia El Cristo Redentor
Cada vez un poco mas cerca. Vamos que podés Chancha!!!
Una vez que llegué, me sentí como una hormiga
Estos fueron los caracoles por los que trepé con mi Chancha, pero bajar fue mas difícil
Me topé con el granizo en Tunuyán
Implacable destruyó en cinco minutos los manzanos y viñedos
Me metí en cada lugar...
El Submarino de Valle Grande
Loa castillos de Pincheyra
El hogar de los lugareños
La Pasarela por la vieja Ruta 40 Rumbo a Neuquén
La 40 fue todo un desafío para La Chancha que fue pensada para el asfalto. Pero no se achicó.
En el límite entre Mendoza y Neuquén, llegué al atardecer para ver este espectáculo
El Volcán Tromen
Cruzando un puente para bajar al Lago Lakar
Un Paisano
Sin siquiera bajarme de la motocicleta, pude tomar esta imágen
Camino de Siete Lagos con tiempo lluvioso
El puente roto del camino de Siete Lagos. En los 90 lo vi entero.
Rumbo a Villa La Angostura
Mirá que veo en mi espejo retrovisor
Vista Panorámica
Los caminos a ningún lugar son mis preferidos
Bastante pedregosos a veces
Hay puentes que meten miedo
Cascadas de sueño
Que pequeñita se ve La Chancha entre semejantes árboles
Perdoname Chancha,pero te tuve que abandonar para seguir caminando
Un coíhue enorme
El Lahuán, El abuelo, con mas de 2600 años en pié y todavía vivo
Remera de Ruta 40 y cartel de ruta 40 haciendo juego
Allá viene
La Trochita.Expreso Patagónico
Dos Maquinas nobles
Miren quién conduce
La ruta 25 abandonando a mis espaldas La Cordillera de los Andes rumbo al este en busca del mar
Entrando a Península de Valdez con el mar que lo veo a ambos lados de La Chancha
Hola amigo
Punta Tombo
Algunos lobos marinos tirados al sol
Este ripio fue durísimo
Sediento en el calor de enero, tuve que desviarme un poco del camino en búsqueda de agua
Este me andaba buitreando esperando a que me caiga de la motocicleta
Los caminos anchos y desolados
Por supuesto que hay mucho mas
Este vídeo es un compilado del viaje. Demasiado largo para verlo de una sola vez, pero puede ser visto en períodos cortos de lo que dura cada tema musical para no aburrirse y si llueve y no se tiene otra cosa que hacer.
VIKINGO LA MUERTE ESTÁ TAN SEGURA DE VENCER, QUE NOS DA TODA UNA VIDA DE VENTAJA.