En este caso un Bushcraft clásico, acero al carbono 1070 de 3mm, 11 cm de hoja y un total de 22,5 cm.
Empuñadura de Palo Rosa de Misiones tratada con cianoacrilato.
Guarda integrada muy pequeña, espiga completa, remaches de bronce.
La vaina de cuero curtido vegetal hecha a mano a la cual solamente le alisé y sellé los cantos.
Lo he bautizado cariñosamente Ogunito y junto a él posa también una pequeña hoja de talla del mismo artesano que generosamente me ha obsequiado para que encabé.
La primer impresión en toda esta gama de cuchillos inspirados en el conocido Woodlore, es al menos en mi, que vengo de usar filos de gran porte, una sensación de poco. Pero puedo asegurar que el filo scandi que parece un láser cortando es mucho más de lo que aparenta. Con la madera es un castor que no le importa que tan dura sea. Su filo tiene la retención que ya me ofrecieron otros filos de Mayol y
que se probaron en cacería desollando y realizando todo tipo de tareas de monte y cocina de campaña. Simplemente interminable y fácil de reafilar.
El templado al ser por inmersión parcial y en ángulo le dan tolerancia a palizas si es necesario bastonear con un palo su lomo.
Sólo le agregué un tiento como cordón fiador y alisé los bordes de la vaina que es bella en su simpleza como el cuchillo y su bruto de forja que a mi me encanta también en los cuchillos que hago.
¿Podrá con esto?
A ver...?
Le aguardan tareas de mayor nobleza en mis andanzas.
A continuación les presento una hoja que adquirí y está dando mucho que hablar en el ambiente Bushcraft
Es la hoja de un Cóndor Bushlore hecha en El Salvador de manera industrial con acero también 1070
Debajo se aprecia un taco de madera Urunday con el que lo encabé y al cortar la madera descubrí que o bien me engañaron y fue teñida por afuera o es una madera que oxida y envejece su color con el tiempo porque se ve clara al cortar las mitades para las cachas
Comprobé la dureza de su temple al intentar agrandar el diámetro del último orificio para que quepa el caño de cobre que oficia de pasador. Las mechas gritaban furiosas e impotentes. Tenía dos opciones; o calentaba la zona con soplete y destemplaba sectorizadamente el material adyacente al orificio o paciencia y diamante. Usé la segunda opción.
En la siguiente foto di por terminado el trabajo aunque falta mucho por hacer con la lija, pero en verdad estoy cansado y ansioso de usarlo.
Me toca cocinar hoy así que pasa las pruebas de cocina.
Difícilmente supere al cuchillo Ogún del artesano amigo Andrés Mayol. Estos cuchillos hechos masivamente tienen un tratamiento térmico idéntico en toda la hoja. Si bien son duros y de buen filo de fábrica, sin necesidad de reafilado para usarlo, a la hora de ir al monte no dudo en cual llevarme. Ogún definitivamente.
Pasaron apenas unos días de uso y decidí darle una pátina oscura a la hoja mediante oxidación controlada. Estaba muy conforme
No lo he golpeado ni bastoneado ni hecho un apalancamiento ni se me ha caído. Ante mis atónitos ojos veo que la oxidación revela una terrible fisura donde el balancín acuñó la marca. De ambos lados y en el lomo incluso.
Al hacerlo público en medios sociales me sorprendió la inmediata atención al cliente de la empresa Cóndor que se contactó conmigo y me envió una hoja de repuesto desde Salvador. Aquí en Argentina no tienen representante. Así mismo la persona que me lo vendió aquí también me dió una hoja nueva y me pidió el cuchillo que yo ya había encabado. No esperaba semejante atención y en menos de una semana tenía ambas hojas en casa.
A continuación muestro como quedaron. Uno será para un amigo que es el que etiquetó a la empresa en mi publicación.
VIKINGO
La
Muerte está tan segura de vencer,
Que
nos da toda una vida de ventaja.