lunes, 27 de agosto de 2012

SI DE COCINA LIVIANA HABLAMOS...

Como siempre, no tengo ideas geniales, pero se aprovechar la genialidad de otros y ya hace un tiempo largo que armé este parapeto de llama que a la vez sostiene el reipiente. Lo vi por ahí alguna vez y me quedó la ideota.
Consta de tan solo cuatro chapas de acero inoxidable.Lo rtedondo es una lata de picadillo con artón encerado y de tapa para que no manche uso una la base de otra lata de pomadas a la que le hie unos pliegues para que apriete y no se salga.


Acá le quité el frente para que se aprecie el funcionamiento


Si la plata no da para el acero inoxidable...bueno, la idea es tan vieja como los crotos

Para los limpitos que no quieran tiznar sus ollas o jarros pueden utilizar un calentador a alcohol de los de aluminio que como este no pesan nada.

Cabe en un bolsillo

Ahora me conseguí esta réplica del famoso y viejo ESBIT

Se le quita la parte superior

Se abre y en su interior se pueden transpòrtar las pastillas de alcohol sólido. Creo que entran nueve, pero todavía no las compré

La forma del agujero es para que asiente el jarro de la antimplora militar. En mi aso no encastra demasiado bien.

Tiene una posición intermedia para jarros mas pequeños.

Y abierto y sin la tapa podemos poner recipientes de mayor superficie.

Como no tengo aún las dichosas pastillas de combustible sólido he verificado que entra perfetamente mi calentador de parafina.

Demás está decir que en los tres tipos de sopòrtes para vientos se puede utilizar pequeñas virutas y palillos como combustible y al concentrar la llama en el recipiente aumentamos la duración de la leña. Es decir que podemos cocinar con realmente muy poco de biomasa.
El primero es mas pesado por el material, pero no ocupa nada y la verdad que es el que a mi mas me gusta.
Si quieren algo realmente ligero, con solo tres clavos o tres estacas de carpa clavadas en la tierra podemos mantener un jarro o una cacerola y para parar el viento o bien un pozo o ya encontraremos un tronco o piedras con que arreglarnos. Espero que les haya gustado la reseña.
Tiempo despues
agrego otro sistema practiquísimo por lo liviano y porque está pensado para que no ocupe espacio. Me lo regaló mi amigo Omar y es la cocina que se encastra en el jarro de mi cantimplora del Ejército Argentino del 82.
El vaso y el jarro en acero son de manufactura brasilera. El soporte cocina es de origen americano y está moldeado en una sola pieza de aleación de aluminio. Es novedoso en el país. Si bien ya existían hace tiempo, soy el feliz dueño de uno de los primeros en entrar. Todavía no le mandé fuego, pero me parece que va a ser mi cocina definitiva por lo poco que ocupa y pesa.




VIKINGO

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