Hace tantos años que disfruto del aire libre que he tenido tiempo de cometer todos los errores habidos y por haber en materia de acampe.
Al momento de elegir cual es el mejor sitio es preferible sacrificar ciertas comodidades, a saber: cercanía a fuentes de agua en pos de la seguridad.
La humildad ante todo. Si tenemos la suerte de encontrar un baqueano lugareño, no dudemos pedirle consejo. Ellos hace años que están en la zona y la conocen mejor que nosotros.
Ante todo es necesario buscar suelo alto, firme y seco.
Observar el entorno y buscar cuales serían los drenajes naturales y utilizar a estos de aliados. No hay mucha ciencia. El agua discurre de terreno alto a terreno bajo.
Descartar los lugares tupidos de maleza y si no hay opción, revisar el suelo y limpiarlo de piedras, palos, espinas, insectos, plantas urticantes, etc. También debemos aprovechar accidentes naturales que nos resguarden de los vientos predominantes,( podemos determinar la dirección de los mismos observando la inclinación de la vegetación.) Ya sea una roca, un pequeño bosque,etc. En las sierras ya saben ustedes que las crecidas son tipo flash. Así que evitar la rivera inmediata de los ríos y ni hablar de lechos de ríos secos aunque haga años que estén así, se pueden activar en minutos y con tormentas muy lejanas que no podemos anticipar.
Eviten toda zona húmeda, eso también nos va ahorrar litros de repelente
.Ahora si les toca acampar en zonas como Islas, tengan en cuenta que esta es como un plato hondo. Cuanto mas nos adentramos mas depresión y humedad encontraremos. Sólo en ese caso recomiendo mas la rivera y por supuesto preveer una estructura elevada donde refugiarnos en caso de inundación (sudestada se llama en la zona que me muevo).
Los rayos alcanzan mas fácilmente a un campamento a orillas de un monte que a uno internado en él
Tenemos la extraña costumbre de observar poco hacia arriba. Ojo con los gajos gruesos de árboles o estos mismos con raíces poco profundas. No pocas personas se han encontrado con un eucalipto sobre su carpa. Lo he visto demasiado seguido y le escapo a tremendas ramas por encima mío. Lo mismo que las laderas muy abruptas.
Es mejor armar un refugio bajo pequeños y densos árboles que aminorarán la contundencia de la caída de las precipitaciones sin riego.
Si se elige la costa del mar, tener en cuenta que los vientos son descomunales cerca del agua y a medida que nos alejamos encontraremos mas reparo.
El conocimiento de hasta dónde llega la marea también es imprescindible. Observar el suelo nos da todas las señales.
Prever que al sitio le de algunas horas de sol y también bastante sombra con el correr del día.
A continuación les muestro errores que he cometido al acampar.
No tenía muchas opciones, pero este sitio pantanosos se infesta de mosquito y se inunda con dos gotas
La carpa naranja clara es la mía y está en el peór de los lugares.
Toda el agua que cayó esa noche con vientos de 120 km/hora, bajando por las laderas y desembocando en ese embudo natural formó un rápido río que arrastraba piedras del tamaño de una rueda de automóvil. Tuve suerte. Sólo mi carpa resistió todo la noche.
Es el mismo lugar pero visto de mas arriba
Si bien este río aparentemente tranquilo me proporcionaba agua fresca para beber, higienizar y lavar los cacharros, hubiese preferido acampar a 200 metros por lo menos de su margen. Por la noche un diluvio lo convirtió en una fuerza incontrolable.
En este caso acampar tan cerca de un lago hace que la nuebla envuelva el campamento empapando todo. Tampoco es recomendable, a no ser que como en mi caso, disponía de mucha leña y el calor de la hoguera mantenía a raya a la humedad ambiente.
Espero les sirvan mis errores para tratar de saltárselos.
El presente artículo está especialmente dedicado a la muchachada de Supervivencia Criolla a pedido del administrador del grupo Martín Scholes.
VIKINGO
La
Muerte está tan segura de vencer,
Que
nos da toda una vida de ventaja.