A continuación les presento una gomera. La de la historia aún la conservo, pero la tiene mi hijo.
La gomera no solo puede ser un arma eficiente para proveerse de alimentos. Puede llegar a ser muy entretenida de usar contra blancos no vivos mientras disfrutamos del aire libre. Es sorprendente como a medida que se utiliza se va generando un aprendizaje en su uso hasta el punto tal que uno se hermana con el elemento como si fuese una extensión nuestra.
Se pueden colgar móviles de las ramas de los árboles para intentar afinar nuestra puntería con objettos en movimiento.
No es un juguete y a pesar que la hemos utilizado desde niños, es necesaria suma responsabilidad en su manejo.
Esta estaba guardada en un cajón sin goma y sin parche de cuero. Me puse a trabajar en ello y una vez terminada con menos peligrosas municiones de bolitas de papel, instruí a mi hija menor de ocho años en su manejo. La sonrisa de ver su entusiasmo todavía me dura.
Se pliega y no ocupa nada
Ya hace un tiempo que comprendí que no necesito matar animales para aprender como cazarlos en caso de necesidad.
VIKINGO
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